martes, 29 de mayo de 2012

Nostalgia

Miró la lluvia en la ventana, sonrió y miro la casa, en quietud y en silencio, tomó las zapatillas que creyó apropiadas para las gotas que golpeaban con fuerza el pavimento. Se vistió con los colores que a él le hubiesen gustado, un poco de violetas olvidados, y con el pelo suelto, nada de maquillaje en los labios, recordó que tampoco le agradaba, ni perfumes mi niña! , que los aromas provocaban furia en la piel, alergia repentina.

Salio´al fin con su viejo paraguas, sosteniéndolo fuerte con ambas manos, con agrado dio los primeros pasos, alejándose de lo cotidiano, amigándose con el pasado. No dejaría caer ni una lagrima, este seria uno de esos momentos, dibujo una sonrisa, respiro profundo, creyó que los años no le dejarían recordar la melodía ni los sucesos. Cruzo la primer calle, la lluvia incesante, la mañana despertaba y ella sola, se apoderaba de las veredas, comenzó a cantar con voz pequeña, mirando a su paso el todo, percibía cada sonido que ahora parecían ir a merced de su compás, miro el cielo cubierto y los pasos apropiándose de cada charco se reconfortaban chapoteando, alzo su voz un poco mas fuerte, ya no eran susurros sino frases fuertes, sintió el amor que venia de las entrañas con cada respiración se apoderaba de las sensaciones, sus propios sentimientos enterrados, mutilados por el destino. Ahora a flor de piel, caminando la segunda cuadra, vio la esquina que esperaba, y seguía pronunciando la dulce canción, se detuvo en el lugar, la vejez no le había podido robar nada, llego a la calle del rencuentro, a la misma esquina, cantó aun mas fuerte, el alma sujetada en la garganta, dejabu de la nostalgia, sin dudas ese día era idéntico a aquella otra mañana, que el desidia soltar su corazón al viento.

Mojada hasta los huesos, despertaba su piel arrugada, estremecía con el silencio que la lluvia proponía, no pudo dejar de sonreír, nada pudo corromper su sentir, ni los años, ni la vida, disfruto unos minutos más aquella esquina, parecía desbordarla la liberación de su voz, canto, canto eufórica, ese amor perfecto, perpetuo, había sobrevivido a los vientos, se pregunto si aun seria posible la conexión del corazón, decidió creer denuevo, aunque parecía efímero y absurdo, es que la madurez a veces desvía de las verdaderas convicciones, decidió atreverse a soñar, se sintió plena al cantar, convencida de que su reflejo, alma gemela, podía escucharla.

Dio la vuelta, para volver a casa, quien podría quitarle volver a ser aquella muchacha…

Tati
@m_maraia
http://matildeyelmago.blogspot.com

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