martes, 31 de julio de 2012

Con un ’’buenos días’’ que hace parte de su libreto inició la noche.

El día se divide al ritmo de la arena del tiempo y su manera de caer.

Acompañado de una taza de café
Como cualquier amanecer empieza su día,
Ansioso de saber en que calle lo espera el destino.

La mañana ha sido cubierta de gotas de lágrimas que provienen de ríos
De ilusiones que confunden con la cotidiana lluvia
Que escandaliza la ciudad y la brisa que la acompaña,
Arrasando bosques arropados de poemas
Y el ruidoso tránsito que hace temblar fuera del vidrio de la ventana,
Que se confunde con gritos desesperados
Y esconden entre sus cuerdas vocales la melodía de un pájaro.

Dejó las alas encerradas bajo llave en el closet,
Sólo para que no escapen,
Y salió a recorrer la monotonía de un camino estrecho en sueños y fantasías,
Dejando a un lado el deseo de volar.

Con un ‘’buenos días’’ que hace parte de su libreto
Saludó a su oficina que esperaba con ansias su llegada
Para empezar a arruinar su día
Y en el escritorio hecho de madera de Roble,
talló su testamento en siglas por si el pasado lo ataca desprevenido.

El mediodía es acompañado de un vacío que dejó la ausencia,
Ésta vez no había ni rocío de silencio que lo acompañara.

Anocheció en un salto de hoja entusiasmando al soñador
A volver a la cama y en un parpadeo llegar a ella
Y atravesar el único puente inconsciente que acorta distancias
Plasmando un beso que deslice su mejilla una vez más.


 Camilo Villanueva E.
@LetraSilenciosa.

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