martes, 12 de febrero de 2013

En un café (día II)


 “En un café y sin su azúcar…”
(lunes 7 –  14:28 , 2013)
Hoy me tomé la molestia de no molestarme, contigo. Quise pensarte poco y nunca supe cómo hacerlo, mientras buscaba la manera de intentarlo te seguía pensando como caso único, solo tú. Hemos (mi ego y yo) de resaltar la diferencia entre intentar y poder, por ejemplo: he intentado tenerte, pero no puedo. Si tan solo bastara intentarlo seguiría insistiendo, pero hoy quiero hacer la diferencia al lograrlo, al cumplirnos, al ser un poco más. ¿Me dejas?
Por ahora mientras te intento, escucho una canción que mi voz no supone repetir si tú no estás; es una canción que no te he dedicado aun y posiblemente se escribió por nosotros; “nosotros”, bonita manera de recordar lo que no he logrado y lo que merezco, lo que quiero. Una palabra que une todas las diferencias suponiendo que somos iguales, la excusa perfecta para ser perfectos y para que las imperfecciones de ambos quieren estar juntas, “nosotros”.
Esta canción habla de besos, de mariposas y de amor. Realidades que conozco desde antes que a mí, después de ti, siempre contigo….en fin, punto y sigamos. Realidad que cubre los deseos aunque no estés incluida aquí conmigo. Es lo que deseo, que estés aquí conmigo…solo si tú también quieres, sin mí, pero contigo.
Hoy regresé al papel porque las hojas de mi cuaderno estaban demasiado vacías. Algún día juntaré todas las hojas, haré un árbol y serás mi fruto o supondré que es mi primer libro, mi última historia con el único fin, tú… mi punto y soñar.
No sé desde cuándo estar tan “triste” me pone tan feliz, no sé desde cuándo extrañarte me da la seguridad de tenerte, no sé, pero la distancia solo me hace pensar en la fuerza de éste impulso; el impulso de juntarnos con un beso.
“Tú, que vives en el mismo cielo déjate besar por este suspiro que te mando.”
atte: El extraño que más te conoce.

Alexander Ureña


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