martes, 10 de septiembre de 2013

Instrucciones para subir al metro de la Ciudad de México en hora pico


Seleccione la estación de su preferencia de entre las 195 que operan seguro habrá alguna cerca de su casa o lugar de trabajo o de interés.

El nivel de dificultad de esta labor se debe a diversas situaciones: la hora, el lugar y la fecha, así como a la audacia del pasajero.

Por cuestiones prácticas en este caso veremos la estación Zócalo de la Línea dos del STCM (Sistema de Transporte Colectivo Metro) la cual en sus veinticuatro estaciones que van desde Cuatro Caminos hasta Tasqueña recorre casi veintiún kilómetros cruzando por la zona centro de la ciudad.

Dentro de la estación, que en este caso es subterránea, existen dos andenes que corresponden al tren seleccionado respecto al rumbo al que se dirige uno, en este caso Dirección Cuatro Caminos y el otro Dirección Tasqueña; elija la que mejor le convenga.

El tren cuenta con 9 vagones articulados e interconectados en el clásico y emblemático color  naranja con su  parte baja en gris mate. En los extremos de esta gran serpiente subterránea se encuentran las cabinas de los conductores que siempre van mirando de frente el destino al que se dirigen, estas cabinas por supuesto no pueden ser bordadas por ningún usuario, sin embargo no falta el vivo o atrevido que logra entrar y viajar cómodamente hasta que un oficial de policía lo desaloja.

La hora pico en la Ciudad de México es un tanto difusa, debido a que en el área metropolitana que incluye al Estado de México y a la Ciudad de México  habitamos más de veintiún millones de personas y el STCM transporta a cuatro millones cuatrocientos siete mil ochocientos cincuenta usuarios diariamente, todas ellas viviendo y moviéndose en la pequeña cuenca en la que estamos y que alguna vez fue lago, sin embargo podemos definir la hora de 7:00 a 9:00 hrs. y de 16:00 a 21:00 hrs, coincidiendo los horarios con las horas de entrada y salida de trabajos y escuelas, actividades importantísimas en la ciudad en la que o haces una cosa o la otra o ambas, pero no hacer ninguna sin duda mal visto por los que hacen alguna actividad.

Le recomiendo elegir el horario de la mañana, donde la gente a pesar de ser mucha, aún huele a recién bañada, a jabón y champú y a veces hasta van de buen humor, aunque no faltará al que ya se le ha hecho tarde para llegar a su destino y viaja con el cabello alborotado, los ojos llenos de legañas embarradas, usa aún el aliento de ayer y además todo le parece muy lento e insuficiente.

Una vez elegido el andén, notará que en el suelo hay una serie de ladrillos de color amarillo brillante insertados en el mismo, acomodados uno junto al otro formando una larga línea que va de extremo a extremo del andén, ésta línea mi estimado lector es la “Línea de seguridad” que nos avisa que estamos a escasos treinta centímetros del tren y unos cuantos más de las vías. Seguro ya ha notado que muchas personas rebasan ésta línea indiscriminadamente, y esto es quizá por la prisa que llevan por entrar antes que el usuario que se encuentra detrás esperando lo mismo: un asiento dentro del vagón. Usted puede elegir colocarse a la altura de los experimentados temerarios que harán lo que sea por un asiento o esperar a que ellos entren y después ingresar con más tranquilidad y menos espacio.

Se recomienda llegar con tiempo a la estación ya que los trenes suelen no ser puntuales a ninguna hora y en ocasiones habrá tanta gente dentro de los vagones que deberá dejar  pasar algunos trenes antes de poder abordar. Cabe mencionar que esto rara vez sucede fuera de la hora pico.

En el andén parece con las piernas firmes pero suaves, aterrizadas y flexibles, colóquelas en V invertida para evitar caerse a pesar de algún posible empujón, evite usar calzado descubierto por aquello de los pisotones, cuide sus pertenencias personales y de valor  de los “carteros” (ladrones especialistas en robar carteras y monederos sin violencia, haciendo uso de su astucia y entrenamiento con maniquíes vestidos con ropa incrustada con cascabeles que delatan al aprendiz).

Cuando vea o escuche el tren  venir por su lado izquierdo sentirá como la gente a su alrededor comienza a acercarse al tren que aún no llega, se están preparando, prepárese usted también, tome la postura de piernas que le mencioné y afloje un poco el torso por si alguien que va a salir del tren le avienta o alguien que quiere entrar también lo hace, lo más seguro es que ambos lo hagan, los empujones pueden llegar de cualquier lado y sujeto, inclusive niños, mujeres y ancianos.

Cuando el tren se detiene frente a usted tiene de dos a tres segundos antes de que se abran las puertas para visualizar el lugar donde se acomodará, puede elegir de entre un asiento, pasillo, cerca de la puerta donde va a entrar o más cerca de la puerta que queda paralela a su entrada o en medio de todo o inclusive podría no haber nada de espacio y no poder entrar; en ése mismo tiempo antes de que las puertas se abran también podrá ver la cantidad de pasajeros que pudieran bajar y según la expresión en su cara  la urgencia con la que lo harán, además de que al igual que afuera como si la puerta fuese un espejo verá como todos se compactan frente a la misma.

Lo ideal sería que antes de abordar el tren permitiera salir a sus ocupantes, ya que resulta ilógico y muy poco práctico hacer lo contrario, sin embargo no se sorprenda, si sucede lo contrario ya que pasa a menudo.

Una vez abierta la puerta del tren entre lo antes posible, ya que en el peor de los casos tendrá únicamente diez segundos para dejar salir y entrar antes que la puerta se cierre nuevamente y el tren avance, y en el mejor de los casos  tendrá  hasta cinco minutos antes que el tren cierre sus puertas y se dirija a la siguiente estación. Hay que considerar que si el tren tarda en irse esto significaría que le tomará más tiempo llegar a su destino y más gente abordará el mismo tren en cada estación, por lo que dentro el espacio se reducirá y la temperatura se elevará, lo que en invierno será algo muy bueno pero en verano padecerá el infierno mismo. El tiempo estimado que tarda un tren en llegar de una estación a otra es de dos minutos, pero esto casi nunca sucede, además el tiempo se extiende considerablemente si ha llovido o está lloviendo, inclusive en estaciones subterráneas como Zócalo. Al entrar es válido empujar a los usuarios que se encuentran dentro si hay demasiada gente esperando y si la prisa apremia, de no ser así será usted recibido por algún gritoneo, empujones y codos incrustándose por todo su cuerpo. Si tarda mucho en salir o en llegar el tren es común escuchar una rechifla por parte de los usuarios.

Una vez dentro agárrese de donde pueda, hay tubos colocados por todo el tren previstos para ello, en caso de que todos estén ocupados o fuera de su alcance apóyese en otro usuario pidiéndole permiso de antemano, no vaya usted a causar un mal entendido, también puede apoyarse en la puerta o si su altura se lo permite agárrese del techo. No se relaje, no se distraiga,, recuerde a los “carteros” , a los vendedores ambulantes llamados “vagoneros” que van de vagón en vagón ofreciendo su mercancía a gritos  o con mochilas llenas de bocinas con el audio a todo lo que da, pero principalmente recuerde dónde va a bajar y que en la próxima estación alguien más va a querer subir.


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